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El mar de la transición
Por fin es hora de irse
La temporada de verano ha terminado y es hora de que el mar se despida hasta el próximo año. El agua se ha enfriado y las olas se han calmado, lo que indica que es hora de que las criaturas marinas se preparen para el invierno.
El viaje de regreso
El mar es un lugar vasto y misterioso, y sus habitantes deben emprender un largo y peligroso viaje para encontrar aguas más cálidas. Las tortugas marinas, las ballenas y los delfines nadan miles de kilómetros en busca de zonas de alimentación y apareamiento. Para estos animales, la transición es un momento crítico que requiere resistencia y determinación.
Un nuevo capítulo
Cuando el mar se va, deja atrás un ecosistema transformado. La playa se convierte en un páramo invernal, azotada por el viento y la lluvia. Las aves marinas emigran hacia el sur y los cangrejos se entierran en la arena, esperando a que pase el frío.
Pero incluso en medio de la desolación, hay signos de vida nueva. Las focas y las morsas dan a luz a sus crías en el hielo, y las plantas marinas comienzan a crecer bajo la superficie del mar. El mar es un lugar de renovación y renacimiento, y la transición es esencial para su ciclo de vida.
Un adiós temporal
Mientras el mar se despide, es importante recordar que no se ha ido para siempre. Regresará en primavera, con nuevas promesas y aventuras. Hasta entonces, disfrutemos de la belleza de la transición y agradezcamos la resiliencia de las criaturas marinas.
Mientras tanto, recordemos las lecciones que el mar nos ha enseñado sobre la persistencia, el cambio y la esperanza. Y cuando regrese en primavera, lo recibiremos con los brazos abiertos.
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